martes, 26 de diciembre de 2017

YO OLVIDO EL AÑO VIEJO

YO OLVIDO EL AÑO VIEJO
Por: Carlos J. Gutiérrez.

Los doce meses se pasan con una veloz mirada que nadie recuerda, no lo recuerda porque al fin de cuentas estamos en la época de la inmediatez. Por esta razón es que el tiempo que va a su propio tempo no es suficiente para nadie, es corto para nosotros, que lo inventamos, y solemos decir: “no tengo tiempo”, “se me acabaron los minutos”, “ni el día teniendo 30 horas me alcanzaría” y muchas otras mas excusas para demostrar falsamente que corremos más rápido que la tierra. Tal vez ese sea el problema, caemos en la arrogancia humana en la que nos creemos más importante que la tierra y terminamos diciendo que la tierra no viaja a la velocidad que viajamos nosotros, no se cultiva rápido, no produce con la utilidad suficiente y por tal motivo es necesario modificarla.

Lo bueno, según todos, es que llega el tiempo de finalizar, el tiempo que cuadramos con nombre romano y decimos que lo hecho, hecho esta. Así que ponemos nuestro espejo retrovisor y desde todos los medios nos dicen lo mejor y lo peor del año, incluso con burla, con sarcasmo, con ironía. Celebramos un fin de año, pero ¿Qué celebramos en realidad? ¿De qué habría de alegrarse en estos tiempos veloces? Tal vez que la selección clasificó al mundial con algo de fortuna y sufrimiento a la colombiana y con fallas a la colombiana como un trato por debajo de las manos o celebramos que paso un año de la firma del acuerdo de paz sin que se supiera en buena forma cómo va a funcionar la sociedad con el ingreso de los exguerrilleros a la sociedad civil, con las mentiras las cizañas y las objeciones que se le han hecho desde el momento en que se sentaron. Porque al fin de cuentas, los colombianos todavía deseamos la guerra.

Celebramos que Urán tuvo un buen año en las competencias ciclísticas y nos dejó a todos de nuevo con la esperanza que el deporte saca lo mejor de nosotros ya que por logros como estos debemos sentirnos orgullosos al punto de pensar que desde esta perspectiva es que deberíamos construir nuestra identidad nacional. O más bien celebramos que como siempre, el gobierno le da la espalda a esos proyectos que realmente hacen crecer al país, les quita la participación para decidir no entregarle más dinero si no antes bien, bajarle. Celebramos que la tasa de homicidios bajó pero que aun así se registran casos como el de un expolicía que es capaz de violar y matar trayendo - cual historia de lobo feroz- con mentiras a una joven que nada de culpa tiene que existan hombres como él. Celebramos que al parecer todos sabemos aportar al mundo con logros pero nadie es capaz de reconocerlo como se debe.

Pero mejor celebremos que para diferentes medios el Fiscal general de la nación fue catalogado como el personaje del año, no se sabe porque, pues fue la figura pública más reconocida en cada uno de los escándalos que la nación vivió. O más bien celebremos que el fantasma de este año no fue el terrorismo y la violencia si no la corrupción, tal vez las dos cosas tengan que ver, pues, falto un acuerdo de paz y otro que va en un fracasado curso para ver que uno de los mayores males del país nos es la guerra si no la corrupción y que esta, es tal vez la que genera los conflictos. Celebremos, igual celebremos porque el mundo en los múltiples apocalipsis que le saben sacar y las múltiples conspiraciones que le buscan montar sabe y descubre que el hombre está cansado de vivir en estas tierras.

Al fin de cuentas, el año viejo me dejo una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra. Y hay que reírse de lo que paso, porque si estos 365 días que se mueren el próximo domingo fueron un espectáculo de mentiras, insultos y vanas realidades, los próximos 365 serán del doble de lo anterior. Porque al fin de cuentas, viene el año de la máscara de borrego, vienen los meses en que el lobo, como en la caricatura de Vladdo, nos sonríe, nos mira desde la oscuridad, nos trata como su amigo, como su par, nos habla con voz calmada diciéndonos que estaremos bien, que la prosperidad es para todos, que la corrupción se acabará así como se acabó la guerra, que dejaremos de ver a los toros morir en el ruedo, que se acabarán los infanticidios y los feminicidios que son crimines que siempre han existido pero debido a su crudeza es mejor darles una categoría. Mejor dicho, que se acabará hasta Colombia.

Y si, se acabó este año, pero espero que a usted, a su familia, a sus amigos, a sus vecinos y a todos los desconocidos que pueblan este paraíso tropical les haya ido de la mejor manera.


martes, 19 de diciembre de 2017

CUANDO EL SUBCONSCIENTE NOS DELATA

CUANDO EL SUBCONSCIENTE NOS DELATA

Por: Carlos J. Gutiérrez.

Es contundente, es directa, grosera, sarcástica, irónica y salvaje. Esa valla es la mejor representación de como nuestro subconsciente colectivo es más fuerte que las mentiras que nos comemos. Y es que así es el, así le gusta comportarse, se burla directamente de nosotros sin mostrar ninguna piedad, diciéndonos: ahí está, esta es tu verdad, ninguna otra. Cuando las diferentes redes sociales mostraron la imagen de una valla del centro democrático en la que la figura de Uribe es imposible de esconder, donde el eslogan “es confianza” contrasta con el poste metálico que la sostiene atravesando (casi un empalamiento simbólico) la cabeza grafiteada de Heriberto de la calle que con ojos expresivos y boca hacia abajo nos enseña nuestra cara diaria.

La persona que tomo esa imagen se encontraba en el punto perfecto, porque desde otro punto tal imagen no podría verse bien. De cerca se mira solo a Garzón, siempre atento a la realidad del país, diciéndonos con su cara lo decepcionado que está, y luego, al mirar hacia arriba vemos la valla. Pero al verlas separadas, casi nadie daría cuenta de la relación estrecha que tienen ambos objetos. Nadie se daría cuenta que la sátira aplastante era al mismo tiempo aplastada por una ultraderecha clavada, como el poste, en las instituciones gubernamentales con ese deseo de ser inamovibles, como el poste que colocaron.

Es que ese rostro de tristeza y a la vez desesperanza, ese rostro que está pasando saliva siente como nadie la verdad detrás de ese eslogan. Porque así se engaña hoy en día en la política. Las frases bonitas disfrazan a lobos hambrientos cegados por la codicia y deseosos de más poder, porque no es que no lo tengan, lo tienen, lo han mantenido por siglos, pero lo quieren seguir manteniendo. Por eso sus delfines están en preparación. Ahí está la confianza, es la confianza de la continuidad en el poder, es la confianza de la arrogancia al saber que engañando a los incautos podrá confundir y reinar mientras otros se matan. La confianza del eslogan no es la mejor de todas, es, tal vez la sentencia que refleja el rostro de Garzón. Es como la madres que cuando se enteran por terceros que uno hace algún daño, simplemente, evitando la vergüenza, nos mira fijamente, nos sonríe y continua hablando; pero uno sabe que esa calma al recibir la noticia es falsa, porque sabemos lo que nos correrá pierna arriba cuando lleguemos a la casa.

Eso por un lado. Por el otro, Garzón (la muerte de Garzón) que con el tiempo se ha convertido en el símbolo del olvido, la desmemoria, la injusticia y el triunfo de la corrupción moral de la sociedad colombiana en esta imagen vuelve a actuar desde las catatumbas fantasmagóricas para develarnos nuestra realidad. Nos saca de nuestros más profundos temores la pesadilla que estamos viviendo y nos la lanza en la cara para que despertemos de la ilusión. Ya sea para recordarnos que llevamos 18 años escondiendo la idea que el gobierno o los poderes de la ultraderecha (sin decir que es el partido o los partidarios del centro democrático) tuvieron que ver con su muerte o para recordarnos que preferimos taparnos los ojos para no creer que nos seguimos vendiendo a los mismos, con las mismas palabras, con las mismas mentiras y la misma forma de robar. Porque la justicia no es cíclica, pero la corrupción si, cuando unos se van otros llegan a hacer el mismo trabajo.


En fin, después de todo en Colombia todo puede pasar. Y así como esta imagen surgió en las redes sociales, pronto será reemplazada por otras que la ocultaran al final del basurero. Así como Garzón todo los años sale a la luz porque su investigación sigue sin solución, así con esa misma desfachatez, el ministro de defensa dice que las muertes que han sucedido a lo largo de este año son por cualquier lio, menos por cuestiones políticas, y el hecho que tengan en común que hayan sido líderes sociales no es problema del estado. Así, seguimos ocultando nuestros mayores problemas al final de nuestra consciencia. Pero algo seguro si es, y es que algún día, en algún momento volverán a recordárnoslo y ese día cuando creamos que si es importante recordárnoslo no seremos capaces de arreglar nuestros problemas. Si es que ya no lo somos.

martes, 12 de diciembre de 2017

SORPRENDERSE CON LO OBVIO

SORPRENDERSE CON LO OBVIO

Por: Carlos J. Gutiérrez.

Al parecer nos vivimos sorprendiendo de los obvio. Como sorprenderse porque, a pesar de todas las medidas, siguen existiendo los llamados quemados. Y estos siguen siendo en muchos casos los niños, pues, padres o familiares de corta mirada continúan creyendo que están habilitados para lanzar un volador, prender una chispita o mirar muy de cerca un volcán. El día de velitas, mientras esperaba en un largo trancón, veía como una madre le pasaba a su hija no mayor de cuatro años una chispita, y si, no es que sea un gran caso, pero ahí es donde uno puede sentarse a pensar para preguntarse si ya han sido vacunados contra la idiotez. Pero aun así nos seguimos sorprendiendo.

Nos sorprendemos cuando se negaron las curules de las víctimas de la paz. Dando justificaciones que no deberían ser necesarias y cerrando los debates por el simple hecho de que no hay porque preocuparse, y el gobierno luchando contracorriente por darle algo de voz a los olvidados parece evitar creer que realmente nadie está preocupado por mantener la paz. Pero nadie lo está, porque los que tienen poder realmente quieren mantener su estatus y los que no lo tienen solo son manejados por los medios a partir de etiquetas clásicas que solo sirven para mantener la división que no le conviene sino a unos pocos. Porque somos muchos los que todavía deseamos un país en conflicto sin saber que significa estar en el centro de él. Pero aun así nos sorprendemos.

Nos sorprendemos cuando los medios nos lanzan noticias con gras fastuosidad sobre el lanzamiento de candidaturas que todos sabíamos y que ya anteriormente otros grupos ya habían pronunciado y firmado en piedra. Nos sorprendemos porque nos quieren montar de manera cínica que la democracia funciona en un país de apellidos caudillistas perpetuados en una silla donde es imposible sentarse dignamente porque saben que tienen una cruz a cuestas o un rabo de paja que en algún momento los va a delatar. Pero nos sorprendemos porque la espera hace que abramos los ojos ante la respuesta-no-esperada.

Nos sorprendemos cuando los medios nos dan a los personajes del año, y al que colocan es la estatua digna de la corrupción. Pues su incapacidad para actuar también es una forma de corromper el poder, y lo ponen sin sentarse porque también tiene rabo de paja y no lo sostiene. Pero es que la pelea estaba cazada entre dos animales, uno desde los aires, blanco algo esperanzador, el otro, no desde las cloacas, sino desde las dignas sillas cuya cola arrastra toda la peste que trajo. Y este ganó. Incluso nos demostró que ya desde la colonia éramos corruptos, porque lo hemos naturalizado. Nos lo hemos creído, somos corruptos desde pequeños, desde tiempos pasados, ya que, mientras no nos descubran lo seguiremos haciendo. Pero aun así nos sorprendemos.

Nos seguimos sorprendiendo por los comentarios “descabellados” de los políticos. Sobre todo cuando buscan redefinir la historia, cuando buscan a partir de pactos bajo la mesa eliminar el pasado trágico donde el poder sabe golpear con fuerza al desahuciado. La parafernalia que se monta toca a todas las partes, porque el pueblo ha olvidado, porque ya no se estudia la historia, porque no se pide justicia, porque nos hemos enseñado a celebrar a la oveja negra asesinada pero no buscamos respuesta ni exigimos aclaraciones concretas. Por todo lo anterior, es que los que llevan empotrados cien años como solitarios en una silla carcomida por las ratas se toman el derecho de revisar la historia borrando los actos que consideran ellos errores o mitos de cabezas fabuladoras. Aun así nos seguimos sorprendiendo.

Pero la mayor de las sorpresas es cuando abrimos los ojos al ver los bombos y platillo al escuchar que el patriarca de un partido ha por fin designado su huevito para llegar a la silla del cóndor. Es la plena miseria democrática, que bajo el estandarte de la encuesta de partido dijo que el ganador había sido el obvio, el nombre que había sonado desde hace tres años y nos sorprendemos cuando a sus otros huevitos le dice que no, cuando los demás sabían que solo estaban de nombre, por cumplir un formato, por considerarse importantes participes de un juego donde solo el poder lo tiene uno. Es tan grade ese profeta, ese patriarca, ese designado por Dios que hasta sus discípulos se niegan a contradecirlo aun cuando no tiene la razón. Pero aun así nos sorprendemos.

Así vivimos todos. De sorpresa en sorpresa, creemos todos que la democracia funciona, que los medios cumplen con su papel de manera crítica. Olvidamos que estamos en la sociedad del espectáculo, donde todo es montado con el fin de generar expectativa, pero cada uno de los actos, cada uno de los hechos, cada información, cada palabra, cada frase, cada imagen es medida a la perfección. No importa que con anterioridad lo supiéramos, no importa que en las calles escuchemos a muchos decir “y lo triste es que va a quedar presidente”, eso no importa, porque los medios nos saben montar de la mejor forma que otros pueden ganar. Todo lo hacen con miras de que al final, en el 2018, luego de la jornada de votaciones, los mismos medios puedan decir falsamente que contra todos los pronósticos y con un partido lleno de investigaciones por corrupción, el nuevo presidente es: Vargas Lleras. Y nosotros, para no perder la tradición, nos sorprenderemos con lo obvio.

domingo, 15 de octubre de 2017

POR QUE LA HISTORIA DA VUELTAS

POR QUE LA HISTORIA DA VUELTAS
Por: Carlos J. Gutiérrez.

Leía hace poco la columna de Antonio Caballero sobre los nacionalismos, y rescato una frase que es interesante en muchos sentidos: “Porque la historia da vueltas”. Es cierto. Eso nadie lo niega, siempre decimos que todo se repite, lo único que cambian son los nombre, las figuras, los años, las fechas, pero el molde se mantiene, porqué, nadie lo sabe, es cosa del altísimo, de las conspiraciones, de orden mundial, de los que en verdad están detrás del poder, de los aliens, los reptilianos o los annunakis, o eso dicen los que creen ciegamente en esa cuestión. Por mi parte, cabe aclarar, ni tengo idea si existen ni se si están detrás de nuestra catástrofe. Catástrofe, palabra que utilizó hace poco también Silva Romero.

Pero bueno, basta de explicación, no sabemos y jamás lo sabremos porqué el cliché de “La historia siempre se repite”; es una verdad que hoy en día es casi dogmática. Somos como un perro que gira tratando de morder su cola sin una posibilidad certera, y así se parece nuestra historia, perseguir un cambio sin que realmente se pueda dar, pues, estamos dando las mismas vueltas inútilmente ¿Y si ese es el problema? Si la historia se repite es porque vivimos dando vueltas sin cambiar las cosas. Podríamos poner una situación hipotética que nos sirva de ilustración.

Hay un país con una denominación de estado social de derecho, en este país se celebran cada cuatro años elecciones tanto para senadores como para presidente, y hay un grupo de ellos que siempre aparece y es nombrado por popularidad, reconocimiento o alguna otra cuestión. Hoy en día los nombres no han cambiado y los conocemos desde hace cien años, los apellidos son los mismos, de tal forma que cuando a un estudiante de sociales se le coloca una línea del tiempo sobre los presidentes del país se puede uno dar cuenta que varía el nombre y la fecha, no el apellido. Ahora, estos mismo han estado envueltos en una gran cantidad de problemas pero, todo apunta a que sean los ganadores de las próximas elecciones. Por cosas como esas es que aparecieron las guerrillas en ese país.

En esa situación se aplica el hecho de que la historia de vueltas, la conclusión siempre ha sido, y es un grito a voces, que las votaciones son una ilusión para demostrarle al pueblo que puede elegir al que quiera; pero realmente es solo eso; una ilusión, un engaño a la luz del día. Realmente no elegimos ni ponemos en el poder al que queremos, lo que pasa es que los nombre a los cuales tenemos siempre acceso son esa vuelta que nunca termina, y la que nos hace creer que entre más rápido se gire más rápido alcanzaremos esa cola de la libertad que tanto pensamos alcanzar.


Estamos haciendo lo mismo, por eso la historia siempre se repite. ¿Qué pasaría si dejáramos de hacerlo? ¿Qué pasaría si logramos pasar por encima de esa historia circular que nos tiene borrachos y dejamos de perseguir una ilusión? ¿Qué pasaría si realmente nos damos cuenta que los mismos apellidos no implican un cambio en la forma de gobernar sino una forma de mantener la misma forma de gobernar que tantas veces nos ha afectado? Hoy, que está en pleno furor la carrera de las elecciones deberíamos, por simple inteligencia, dejar de votar y de prestarles atención a los mismos de siempre, porque de izquierda, de derecha o de “centro” no son la verdadera solución que necesitamos.

martes, 27 de junio de 2017

EL ANÓMALO BI-CÉFALO

EL ANÓMALO BI-CÉFALO

Por: Carlos J. Gutiérrez.

Se recurre a una sátira para burlarse de los vicios de la sociedad. Hoy en día no señala a la clase baja de la misma, la cual con su “poca educada forma de ser” el dramaturgo, tenía por imitación mostrarla grotesca en las tablas para que esta misma sintiera vergüenza de su ser. Eso ya no es. Hoy en día, la sátira es mejor al estilo de Boccacio o al estilo de Aristófanes en la que los personajes son de alta clase social con lo cual la doble moral queda al descubierto. Los gobiernos se ven develados. Es por eso que se indignan, se rasgan las vestiduras, se quejan, lloran y en últimas tratan con violencia física o verbal a aquellos que los desenmascaran. ¿Qué estará pensando de Matador o de Mheo el señor Uribe al ver sus caricaturas? la aparición de la noticia sobre la alianza de este con Pastrana hace que se recuerde “El anómalo bicéfalo” de Fo.

Esto solo produce risa, esto solo recuerda que estamos en un país donde los chistes van y vienen, pero no para hacernos reír sino para hacernos llorar. Dos ex presidentes con más falencias que virtudes. El uno excesivamente popular y el otro excesivamente casi en el olvido, lo único recordado de él, es la vez que la guerrilla lo dejó plantado. ¿Qué pasará con esa alianza? ¿No es más que una fachada que utiliza Uribe para que los colombianos crean que él no es el que elige a su candidato de preferencia? Imagine la escena como si Uribe tuviera dos cerebros, uno inteligente, persuasivo, malicioso, conocedor de una gran cantidad de secretos y llamador de atención, el otro, torpe, poco proactivo, poco imaginativo, casi en una función parasitaria, que a veces tiene su pregunta existencial del “¿yo que estoy haciendo aquí?”.

Imagínese al uno heredero de una gran cantidad de terreno, de palabras fuertes, intransigente, dueño de una voz pausada que recita poesía en sus tiempo oscuros. Líder de un grupo de furibundos extremistas que entre su oposición entran en un estado de posesión donde su rostro se deforma, sus cuerpos se envalentonan y recuerdan cuando Hitler dabas sus discursos, que hacían pensar que un ángel tomaba posesión de él para abandonarlo cuando sus palabras cesaban. Imagínense a este creador de falacias, mentiras e informes tergiversados que tiene en la palma de su mano cinco dedos que serían fácilmente controlables desde la sombra. Imagínense al otro, simple, un rey heredero de una dinastía política decadente, sin ingenio, más bien manco, alejado de su grupo político, dejando atrás el apoyo a el sumo pontífice del conservadurismo. Imaginémoslos el uno pidiéndole permiso al otro.

Los dos, cada uno a su manera son incoherentes, es su forma de hablar, en sus alianzas, cada uno lo hace por rencor, por que tocó, porque le sale el refrán “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”, por nada más. Así que deciden darse un tiempo, como las parejas, se dan un tiempo fuera y dejan de echarse puyas de su incompetencia para pelear juntando sus “espadas” y así lograr una victoria en el 2018. Unen lo que toque, no importa si eres católico y pides a un cristiano que te unja. No importa sin son víctimas y tal vez fuiste tú el que provocaste que se convirtieran en víctimas; no importa si se va en contra de una comunidad de la cual hoy en día se mira sin radicalismos. Nada de eso importa, porque solo importa su verdad.

Ellos son una caricatura, una muy grande, son la forma en la que sabemos divertirnos, son la forma en que nos acordamos que no dejamos de ser una caricatura de país. Es gracioso como matador los supo pintar a la perfección, una bella alegoría del poder colombiano. El uno, Alvarito, la cabeza del perro y el otro, Andresito, siendo la cola. Pero esa cabeza no es inteligente del todo, esa, comete las incoherencias que la historia reduce a la anécdota pero que el historiador crítico y concienzudo utilizará para demostrar que los políticos de comienzos de siglo XXI colombianos vivían de contradicciones y entre más desinformación generaran más verdad se volvía su falacia. Ya lo había dicho Darío Fo en su obra, y si el la utilizaba con Berlusconi, aquí la podemos utilizar con Uribe: “Él quiere dos celebros, uno para hacer declaraciones y otro para desmentirlas”.  Imagínelo más adelante desmintiendo que veía a Pastrana como un aliado.


viernes, 23 de junio de 2017

DE LA REVOCATORIA Y LA MEDIOCRIDAD

DE LA REVOCATORIA Y LA MEDIOCRIDAD

Por: Carlos J. Gutiérrez.

Son un gusto los mini-debates que postula un canal nacional (no es de interés personal nombrar directamente) sobre temas variados, sobre todo porque no es un debate sino la presentación de dos pugnas extremas la uno de la otra que terminan básicamente levantándose la voz, aullando por su partido y mostrando su incapacidad de formular un argumento concreto. El presentador suele finalizar con la frase “SI o NO, la respuesta la tiene usted”. Hablo de esto porque el último debate que se propuso fue el de la revocatoria de Peñalosa. Cuando un poder no se logra legitimar, la necesidad de desbancarlo se hace presente entre sus contrincantes. Pero ¿Por qué revocarlo?

Si apelamos a la ley de parsimonia la respuesta más básica es porque simplemente no es de los nuestros. No solo los que quieren sacar al alcalde tienen ese facilismo, también Peñalosa con sus seguidores piensan igual. “Los que están detrás de las revocatorias son los anteriores gobiernos de izquierda” dijo el mandatario bogotano en últimas entrevistas. Dar cuenta de esto, es ver que no parece existir profundidad en los argumentos de revocarlo o de dejarlo, lo quitamos o lo dejamos por simple odio o simpatía, por nada más. Eso es más una pelea entre petristas y peñalosistas ¿Qué hay más allá? ¿Son malas o poco aplicables las propuestas del alcalde a tal punto de querer retirarlo del cargo? ¿Es tan buena la administración de este que debemos esperar que sacara adelante todos los proyectos que dijo? ¿Estos proyectos generan un verdadero beneficio?

El derecho a elegir a los gobernantes se ha convertido en una pugna de falacias donde caen una enorme cantidad cojos mentales debido a que los mentirosos les quitan el bastón para culpar al enemigo. Solo por esto es que hoy en día estamos en estos debates banales. No miramos socialmente los efectos de una mala administración y la corrupción del poder, ya no disimulan los políticos que no les interesa la sociedad; simple y abiertamente determinan unos intereses con los que generan odio en la masa para obtener seguidores. Ahora, ¿Qué es necesario sentir descontento?, claro, ¿Qué debemos levantarnos (no en armas) para que la voz le recuerde al mandatario que debe cumplir con sus funciones?, eso es innegable. Todo eso es cierto, sobre todo cuando la inutilidad se hace más obvia.

A tal punto de esa lucha hemos llegado que vale la pena preguntarse de donde procede la mediocridad. Si de aquellos que eligieron por segunda vez a alguien cuyos intereses particulares son mayores que los intereses de los bogotanos o, viene de aquel que en un segundo intento de gobernar suele caer constantemente en un desprestigio simbólico. Este fenómeno tal vez no se soluciones con la revocatoria, no hay la más mínima posibilidad. Una revocatoria implica en el fondo, pasar de un desorden a otro, que si no es controlado causará un mayor mal que el que se hubiera causado dejando en el poder al que se eligió democráticamente. Ese tal vez es uno de los dilemas que no se piensan, y no pensar eso no solo demuestra la mediocridad de los que utilizan un derecho democrático para retirar a quien odia, sino que también a largo plazo terminará dándole la razón a aquel mediocre que se retiró por improvisador.


Tumbar a un rey desde una forma democrática es lo mismo que tumbarlo por la fuerza. Es fácil, cualquiera con el suficiente poder adquisitivo y persuasivo lo puede hacer, solo necesita el deseo de hacerlo; lo difícil, lo que complica la cuestión es el cómo organizar el desorden. Ahí se ve el mayor de los problemas de revocar a Peñalosa. No se puede afirmar que todo lo esté haciendo mal, ni que todo lo esté haciendo bien, que vivamos montándosela por las incoherencias que dice no es un argumento suficiente para retirarlo del palacio de Liévano. Al parecer sentimos gusto por los políticos incoherentes, lejos es el recuerdo de Turbay, no lejos están la alta popularidad de Uribe a pesar de que comete incoherencias y su afición al twitter le ha hecho malas pasadas, no es extraño los comentarios de Santo sobre la inexistencia de las cosas y no se olvida aun que el principal candidato y tal vez el que termine reemplazando a Santos en la casa de Nariño tenga un gusto por golpear a sus subalternos.

miércoles, 21 de junio de 2017

SOLO EN EL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN

SOLO EN EL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por: Carlos J. Gutiérrez.

La fe mueve montañas y entrega tierras. Esa es la nueva forma que adquirió tal refrán si damos cuenta de la última absurda pero cierta noticia que salió en los últimos días. Perdón, estamos en Colombia, todos los días hay una noticia absurda y cierta, pero a veces, en contados casos, hay una que nos sorprende, nos deja perplejos, no hace creer que somos normales y que la gente es estúpida y comete estupideces. Si algo debemos comprender es que realmente no somos normales, y que constantemente comentemos actos estúpidos, y esto, no segrega a nadie, parece que la estupidez está en todos los planos de nuestra pirámide organizacional.

Es cierto que el hombre por su naturaleza, necesita saber o más bien necesita creer que hay algo más allá de él, un todopoderoso que lo rige, que le engendra terror y amor. El hombre necesita creer que alguien lo creo, que alguien lo trajo porque el destino lo quería, que no es únicamente producto del azar, producto de una tirada de dados. Eso no se critica, menos en este país, en donde como se dice, hasta el más ateo se persigna cuando sale de su casa. Colombia ha sido, y tal vez siempre lo sea un país extremadamente católico, eso tampoco nadie lo puede negar, ningún converso, ninguno que se haya vuelto protestante ni ninguno que haya preferido el camino de no creer en Dios.

Y si no es porque el país parece siempre andar patas arriba nadie podría afirmar que eso es malo, solo podríamos decir que es nuestra forma ideológica natural. Sin saber qué significa eso. Siempre hemos puesto por encima de todas las cosas a la religión. Somos unos creyentes fervientes a tal punto que cuando los Papas vinieron los presos tuvieron rebajas de penas, pusimos el nombre de uno de ellos a una vía principal y a un barrio, somos fervientes seguidores del médico Gregorio Hernández y creemos que él nos va a curar, nuestra constitución del 86 era plenamente católica, apostólica y romana y; consagramos al sagrado corazón de Jesús al país. Como ven, la religión abunda en cada una de nuestras esferas sociales.

Pero la pregunta es: ¿Qué tan necesario es que nuestra religiosidad sea superior a nuestra coherencia? No lo sé ustedes. Pero que la alcaldesa Luz Marina Cardozo Solano a partir del decreto 036, según El Tiempo, le entregue de forma simbólica el municipio de Yopal a Jesucristo es reducir al absurdo el concepto de fe. Es volverlo una payasada. La entrega viene con versículos bíblicos incluidos, interesante el uso del versículo 6 – 33 del evangelio según San Mateo, esto con el fin de dar legitimidad a la entrega, pero también si prestamos atención a lo escrito, es retornar a la edad media en donde los reyes se posesionaban como tales porque lo consideraban un designio divino. Mírese no más como los tiempos no han cambiado y como utilizamos la palabra de Dios para legislar, así, próximamente diremos que lo malo que sucedió es porque dios lo quiere así.

Al parecer hemos vueltos a viejos tiempo de antaño donde la verdad de fe se mantiene intacta, ya se había comprobado con ciertas acciones, pero la consagración de Yopal y su alcaldesa son la gota que rebosa el vaso. La espiritualidad nos está jugando una mala pasada, nos hace cometer ridiculeces, nos hace no ser coherentes, nos hace comportarnos irracionalmente. No digo que no hay que ser espiritual, pero como ya se dijo alguna vez, la religión debe estar en su lugar, no en otras partes. Puede que uno sea muy religioso, pero entregarle un pueblo, una ciudad, un país a un ente, es lo mismo que dejarlo a la deriva. Eso dice mucho de nosotros. ¿Será que nos queremos lavar las malos de nuestros malos actos?

martes, 20 de junio de 2017

DE QUIÉN A POR QUÉ

DE QUIÉN A POR QUÉ

POR: Carlos J. Gutiérrez.

Mirar al frente es mirar un horizonte. El nuestro está oculto, está escondido por una niebla espesa en donde solo vemos sombras. No se habla aquí solo de la esperanza, también de todo lo malo, no sabemos quién hace que, quien está detrás de quien, no se sabe quién realmente ataca y quién no le interesa hacerlo. No sabemos quién causa nuestros males porque estos son también provocados por nosotros. En algún momento todo es una sucesión de hechos desafortunados en donde las excusas solo sirven para seguir hundiendo la verdad que tanto quieren algunos buscar y otros esconder. Pero, ¿Qué hacer en ese sentido? La duda y la incertidumbre reemplazaron al miedo y estas fueron reemplazadas por la amnesia.

Por lo general, cuando sucede un evento, la primer pregunta que se viene a la cabeza es ¿Quién lo hizo? ¿Quién tuvo las agallas para cometer tan atroz acto? Y aunque esto está muy bien preguntar es necesario también realizar una pregunta más. ¿Por qué lo hizo? No nos preguntamos por los motivos que lo o los llevaron a cometer tal acto, la dejamos ahí sin preguntar, sin explicarnos y sin querer saber nada más. Es que la primer pregunta se responde fácil, solo basta con señalar a los culpables de siempre, así lo demostró Cabal desde su cuenta de twitter al culpar a “los Elenos” sobre el atentado en el Andino. No obstante, esto solo se hace con un mayor fin. El decir ingenua o falsamente el nombre de un culpable solo tiene la implicación de generar más odio, recargarnos de más rencor.

El saber quién lo hizo hace que pidamos recompensas, haces que acrecentemos las diferencias, hace que el mundo se desconozca a cada paso, hace que un bus lleno de pasajeros ubique a las personas en las sillas por el hecho de si es hombre o si es mujer, hace que escuchar la palabra musulmán implique que debemos alejarnos de él, hace que el hecho de no ser norteamericano nos quiera hacer permanecer detrás de un muro, hace que ser guerrillero o socialista implique ser retrasado, vándalo y enemigo del estado. El preguntarnos quien lo hizo nos pone a merced de los medios de comunicación y el poder que nos dirige, pues, solo ellos tienen la palabra, solo ellos utilizan la información y la manejan. El preguntarnos quien lo hizo es convertirnos en el pelotón de fusilamiento que añora todos los años la sangre nueva.

Ni siquiera el proceso de paz ha evitado que esta pregunta se olvide y se avance en otras que adquieren más profundidad. Basta decir que nos levantamos sabiendo que somos el segundo país con la mayor cantidad de población desplazada en el mundo, publicado esta semana por la ONU, en la cual la seccional ACNUR indicaba que más del diez por ciento de la población desplazada mundial está en Colombia, solo estamos por debajo de Siria aunque hay que tener en cuenta que el conflicto en tal estado es mucho mayor al que actualmente se vive aquí en Colombia. Pero con esta información solo nos quedamos con el quién fue, quienes son. Solo nos quedamos ahí, las víctimas son cifras borrosas y los victimarios son los enemigos, pero ya, no necesitamos nada más.


Solo nos interesa el quién porque otras preguntas son más complejas de responder y comprender. Si nos preguntáramos por qué llegaríamos a responder porque los grupos subversivos quieren continuar atentando contra la población civil, si preguntamos el por qué llegaríamos a comprender que a pesar de existir un proceso de paz firmado, este no ha sido capaz de erradicar o bajar las cifras de desplazados en Colombia. Los porque nos llevaran a las causas de todo, a la búsqueda del hilo que nos permitirá salir de la violencia que tenemos por laberinto, pues, este nos llevará al cómo y este al qué hacer. Poder responder estas preguntas logrará que miremos al otro no como enemigo, sino como persona, darle la mano, conocernos y construirnos a nosotros mismos con la ayuda del otro, preguntarnos el por qué nos hará revaluar nuestro papel en la sociedad. 

miércoles, 12 de abril de 2017

COMETER UN CRIMEN

COMETER UN CRIMEN

Por: Carlos J. Gutiérrez.

Cometer un crimen es un hecho histórico. Está documentado, fotografiado, video grafiado y hasta dibujado. Se han cometido tantos crímenes que hoy en día tienen diferentes nombre, ya no solo es un simple crimen. Ahora se habla de agravante. Nuestra naturaleza, por más que queramos ser razonables, por más que queramos parecernos a la figura heroica de Jesucristo está en realidad es más cerca de Aquiles y de Ulises. Sabemos que nuestras acciones están mediadas por una violencia verbal o física que nos mantiene atados a nuestro ser más primitivo. El mundo como lo conocemos hoy en día no ha cambiado, no es menos violento. En lo único que ha cambiado es que encontramos nuevas formas de hacer violencia.

No se recuerda un día en que no se hable de un asesinato o una tragedia. Si hablamos de un nivel macro, pues ahí tenemos que la cronología universal del ser humano esta medida, partida e inventariada por las grandes guerras que han sabido colocarle una corona y quitársela al rey de turno. En estas, el asesinato fue masivo, en estas se olvidaron de jóvenes, mujeres, niños y ancianos, todos morían, por una causa o por otra. La guerra tiene unas manifestaciones crueles en las cuales un pueblo queda reducido a su más triste número por intereses de pocos logrados por muchos. Ahí está hoy en día el conflicto que se vive en Siria, el cual ya ha dejado una cantidad de almas sin vida y sin cuerpos para ocupar. Ahí está esa guerra que deja nuevas estadísticas.

Pero nos podemos dirigir a un estado concreto, al estado colombiano. Aquí llevamos 200 años de guerra, no 60 como dicen los demás, pues, si algo nos ha enseñado la historia es que los conflicto se desencadenan por algo que sucedió anteriormente. Esos doscientos años han convertido el conflicto armado colombiano en un estilo de vida. Siempre vemos los titulares de los enfrentamientos entre grupos subversivos por la posesión de la tierra como si fuera el pan de cada día, y aunque hoy en día la cuestión no es tan pronunciada como lo era hace veinte años, los recuerdo y la verdad todavía nos abruman, y la política aún se divide por algún bando.

Y aun así esto no es un claro ejemplo, aun esto no es más que una consecuencia directa de la interacción entre intereses, igual que cuando comenzó todo. Caín mato a Abel por el interés de la atención de Dios, Grecia destruyó a Troya por el interés de una mujer, de una tierra o de la dominación clásica. ¿Qué pasa en ese mundo personal? El fantasma del crimen se presenta cuando el caminar tranquilo ya no es simple. Existe el miedo de ser robado y apuñalado. El fantasma se presenta cuando por cobrar una deuda se envía a un sicario. El fantasma existe cuando una mujer es mujer y no puede vivir tranquila pues, un exnovio, un amante, su esposo o un hombre cualquiera, que tenga sed de sacrificio, la tomo, la violente y deje su cuerpo tirado sin ninguna pizca de remordimiento.

El estado hoy en día ha denominado de muchas formas al crimen, al asesinato. En unos casos lo ha llamado genocidio, en otros lo ha llamado crimen premeditado, en otros algo accidental y en el caso de las mujeres un feminicidio. Pero eso es solo semántica. Llamar de cualquier forma a un asesinato solo es la forma de categorizar que tan violentos somos, eso no elimina ese defecto o mala virtud. Tanto tiempo llevamos matándonos que ya no deseamos que no exista el crimen sino que a cada cambio en la forma de matar le damos una categoría. Nos divertimos poniendo nombre y generando taxonomías del crimen que no tenemos en cuenta que validamos un hecho muy concreto: La necesidad de sangre esta tan impregnada en nosotros que más que hijos de algún dios somos más bien unos perfectos descendientes del salvaje Aquiles.

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO 13

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO
HOMBRE ALEGA INDEMNIZACIÓN PORQUE SU CASO ES IGUAL AL DE LOS SOCIOS DE REFICAR
POR: CARLOS GUTIÉRREZ. 12 de abril de 2017.
Fuente de imagen: El Tiempo.
COSTA ATLÁNTICA (EL PERGAMINO DE PAN) – Un hombre que fue encerrado por no realizar el pago a una prostituta después de haber estado con ella fue puesto en libertad e inmediatamente demandó al estado por considerar que su encarcelamiento no tenía un sustento legal y su derecho a pagar lo que consideraba valía el trabajo fue violado.
“se realizó un pago que, pese a no haberlo gustado a la mujer, igual era un pago” dijo el hombre “no implica que no se haya realizado, aquí sucede lo que sucedió con los socios de Reficar, quienes fueron contratados y entregaron una obra a medias robándose una gran cantidad de dinero, no es que no la hayan entregado, solo que al estado no le gusto el resultado”.
La analogía sostenida por el hombre hace que se realicen preguntas si se debe cobrar y pagar en la medida en que se realiza un trabajo, al parecer, la ley deja desprotegido al empleador ya que no puede exigir una cantidad sin antes realizar el trabajo.
“Mi queja tiene justa causa, Colombia debe saber que en ningún momento incumplí con mi deber de deudor, así como los de Reficar jamás incumplieron con su deber de contratistas” agregó. “si ellos ganaron, yo también”.

lunes, 10 de abril de 2017

DEL ACTO POLÍTICO O EL REVISIONISMO HISTÓRICO

DEL ACTO POLÍTICO O EL REVISIONISMO HISTÓRICO

Por: Carlos J. Gutiérrez.

La historia, para entenderla, debe ser contada desde la distancia. El heroísmo de los hombres que construyen los estados permanecía luminoso, sonriente y épico. Las estatuas se construían en medio de los parques, los museos valoraban los objetos que se recuperaban y todo cuanto tenía que ver con estos hombres comunes que se convertían en inmortales, se valoraba y se pasaba como el recuerdo más grato del tiempo. Los prados verdes y los estados de alegría se mantenían, en las bibliotecas se les reservaba los mejores espacios y los niños reconocían a estos hombres, bajados a sus lenguajes, como los seres más morales a los que se podía seguir. Hoy en día no es así, los claro-oscuros del héroe aparecen al mismo tiempo para que la gente lo evalúe.

Siempre vamos a traer a colación a Simón Bolívar como el prototipo de héroe latinoamericano, aquel que “nos liberto”, que “nos quitó el yugo” y nos permitió pensar a nuestra manera. O eso era lo que se esperaba. Pero si recordamos básicamente ese mito fundacional que fue el proceso de independencia y la posterior batalla de Boyacá permaneció incólume, inamovible y sin ser cuestionado durante casi ciento cincuenta años o más. Se tuvo que esperar hasta las nacientes dictaduras y el florecimiento de boom para que hombres como él o Santander fueran bajados de su pedestal, se sentaran en el banquillo y fueran juzgados por la historia.

Se dio a conocer que la libertad de bolívar no fue total, se dio a conocer las luchas interna entre los dos ilustres, se presentó la masacre ordenada por el mismo libertador contra la población de pasto y se intentó abrir los ojos sobre la verdad de ese hombre que en un puente batalló. Pero eso fue mucho tiempo después de la muerte de la gran figura. Eso fue después de que en nuestras mentes quedara marcada con sangre la idea del libertador. Juzgar a bolívar y reevaluar su papel en la historia no lo afecto en gran medida, el sigue, y seguirá siendo el héroe por antonomasia latinoamericano. Solo un grupo, muy reducido, comprenderá que el héroe cometió crímenes y bajezas para obtener su misión. Solo unos pocos lo habrán de juzgar.

Eso era hace mucho, eso era cuando los medios y las audiencias no se relacionaban directamente. La historia, antes de eso, la realizaban los académicos, los sesudos buscadores de una verdad ocultad entre verosimilitudes. Cuando Santos dijo “prefiero el dictamen de la historia y no el de las encuestas” lo hacía pensando que las fechorías cometidas para llegar al poder quedarían con el tiempo ocultas y solo se le apreciaría, se le amaría, como un nuevo héroe colombiano por lograr el proceso de paz con las FARC. Pero, en la video columna de la pulla le respondieron con lo más evidente. La historia la escribiremos los jóvenes que vivimos y conocimos de primera mano los eventos que marcaran el significado de la nueva patria.

Con esto, queda evidente que la historia ya no se cuenta desde la distancia, con la mirada crítica, ésta, ahora se cuenta desde la inmediatez, al momento que surge el evento histórico este queda plasmado en los anales de la historia, y desde los medios y las redes se realiza su posterior revisión. Ya no se necesita un tiempo prudente para evaluar el hecho, no, eso se debe hacer inmediato y entre más pronto mucho mejor. Es lo que han hecho los últimos meses hombre como Ordoñez y Uribe, aprovechando los medios reevalúan su papel en la historia para ocultar sus pecados, sus faltas y su corrupción. La marcha, el llamado a las calles o lo twets no son más que pequeñas herramientas que en un futuro se convertirán en armas de la ultraderecha futura para llamarlos verdaderos héroes.

El tiempo en el que vivimos está lleno de sombras que se mantienen a partir de la verosimilitud que todo el mundo inventa. Evaluar la historia se convirtió en un pasatiempo de los mismos actores de los hechos con lo cual generan su defensa y perpetúan para el abismo su crímenes. Al final, en un mundo no muy lejano, va a ser más cierto el dictamen, las palabras y la mentira bien construida, que la mirada crítica y con distancia que se haga de la realidad que ya haya pasado. Pero así ha sido siempre, solo que hoy en día el desconcierto asombra más por culpa de los medio. La globalización ha hecho de la mentira una estrategia más eficaz de lo que era hace algunos siglos.

sábado, 8 de abril de 2017

LA HISTORIA, EL PADRE Y LA VACA SAGRADA

LA HISTORIA, EL PADRE Y LA VACA SAGRADA 

Por: Carlos Gutiérrez.

Siempre es bueno echar una mirada al pasado. Nos recuerda lo que fuimos y nos hace dar cuenta que los pecados o las faltas siempre han estado presentes. Si uno pertenece al poder, simplemente mira la historia para afirmar que no ha hecho más que seguir con las reglas que siempre se han jugado. Pero, si uno lo mira con el ojo del doliente, lo hace con el fin de demostrar que las estructuras sociales no cambian mucho, los modelos económicos solo cambian de palabra, pero el que es poderoso, en su trono siempre se queda. Si miramos la historia, los poderosos de Colombia, que siempre han sido los mismos apellidos, parecen una extensión de la familia Borgia.

Las luchas de los unos con los otros durante las últimas semanas o el último año son la prueba contundente de la mirada corta y la pequeña memoria que los colombianos solemos tener. Los que ahora tenemos treinta años vimos en la última década como surgió una familia que sin tener el mismo apellido, tienen el mismo padre. El mismo que subió al poder y al estar sentado en la oficina que tanto deseaba para fraguar su venganza también empezó el camino para perpetuarse. Y lo logró. Su corrupción no provenía de mantener a sus seguidores con dineros, no, él era un padre, él quería proteger a su pueblo, y su pueblo lo amaba por esto. Pero amar a su pueblo no podía durar cuatro años únicamente, necesitaba más. 

Luego de haber amado ocho años a su pueblo quiso realizar otro intento para continuar con su eternización, por suerte no fue posible. A su reino en el norte del país quería expandirlo a la mayor parte del territorio colombiano, pero esta vez, sus cartas jugadas no fueron suficientes y perdió esta batalla. Su as bajo la manga fue colocar a uno de sus muchos hijos políticos. Con lo que no contaba era que este hijo político, dueño de una casa también poderosa no deseaba ser conocido como alguien que es manejado desde las sombras por el padre. Fue ahí donde a sus demás hijos empezó a controlarlos con más fuerza y a incentivarlos para volverlos figuras públicas. Pero sus pecados recaerían sobre estos y tendría que irlos dejando abandonados en su camino.

El centro Democrático parece una extensión o una copia directa de la vida de los Borgia en el renacimiento. Un padre avaro deseoso de poder y unos hijos que aunque parecidos a su padre fueron un poco menos precavidos en la realización de sus delitos. Ahora, que todo se ve desde la perspectiva de ese padre, es difícil reconocer la esencia de sus hijos. Ninguno de ellos es especial, ninguno tiene un don natural más que el de la corrupción heredada. La vida de estos hombre y su relación con su padre es tormentosa, pues, mientras se ven como figuras públicas y políticas que se sentarán en el trono para perpetuar el poder de su padre, también saben de antemano que los demás los miraran con desconfianza y reconocerán a sus espaldas los hilos manejados con gracia por el que posee el verdadero poder.

El escudo de los Borgia era una vaca consumiendo un pasto verde que indica una prosperidad. El padre parece esa vaca, una vaca sagrada intocable que consume poco a poco el pasto político. Su ego es mayor que cualquier cosa, lo que hace que la vaca sea mayor que la cantidad de pasto, y su excesivo consumo que raya con la gula hará que se acabe pronto –mejor para nosotros- y no queden sino pequeñas porciones con un pasto seco que sus hijos ya no podrán consumir. Tristes y perdidos levantarán los ojos al cielo donde los mira con sus hilos y ellos gritarán como más de uno ya lo está haciendo: ¡Padre, ¿por qué me has abandonado?!

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO 12

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO

PRIMEROS SIMULACROS DE PERFORACIÓN PARA METRO SUBTERRÁNEO EN BOGOTÁ.

POR: CARLOS GUTIÉRREZ. 08 de abril de 2017.
Fuente de la imagen: Pulzo.com
BOGOTÁ (EL PERGAMINO DE PAN) - En días anteriores la población del barrio Talavera se convirtió en la principal testigo que la alcaldía de Bogotá si está trabajando. 
En la av. Boyacá con 40 sur, se abrió￳ un hueco de cinco metros de profundidad con el cual se pudo comprobar la capacidad de maniobra para empezar a trabajar en la línea subterránea y poner las primeras columnas del metro elevado. 
"Estamos trabajando para reconocer la capacidad que tienen nuestras vías para sostener las columnas que llevaran las vías del metro" indicó￳ el alcalde. "reconocemos que fue un trabajo expres que nos dio muy buenos resultados" agrego a su cuenta de twitter.
Fuentes cercanas al palacio de Liévano indicaron que este no ser£ el primer simulacro que se va a desarrollar durante la administració￳n. Huecos como estos se irán abriendo a lo largo y ancho de la ciudad, por lo cual no es motivo de alarmarse sino de alegrarse.
"Si podemos darnos cuenta, el hueco se abrió￳, se comprobó el estudio y se cerró￳ en menos de cuarenta y seis horas. Un record, si se tiene en cuenta los tiempo de construcció￳n que tardan en esta ciudad para tapar un hueco de una profundidad mínima!" comentó￳ un vocero del IDU a los medios.


sábado, 18 de marzo de 2017

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO 11

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO NOTICIOSO
PEÑALOSA CONFUNDE APLAUSOS DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD COMO HALAGOS SOBRE SU GESTIÓN.
POR: Carlos Gutiérrez. 18 de marzo de 2017.
Fuente: 

BOGOTÁ (EL PERGAMINO DE PAN) – Hace poco el alcalde de Bogotá se presentó en una de las principales universidades de la ciudad de Bogotá.
Allí, se reunió con los estudiantes de diferentes facultades, expreso sus deseos insatisfechos y se quejó constantemente por ser un pobre incomprendido.
“La reunión tuvo una duración tan larga, como la semana santa, incluso nos sentíamos como en el sermón de las siete palabras, cada lamento era una argumentación para finalizar en que siempre terminaba madreado, o sea, crucificado” comento uno de los estudiantes que asistió al encuentro con el mandatario.
Efectivamente, la intervención de Peñalosa tardo más de lo esperado, pero para sorpresa de el, fue interrumpido por los aplausos dos veces, lo que el entendió como un alago a la ponencia presentada sobre su gestión.
“Nunca me había sentido tan alagado, el recibimiento que me dieron, jamás me habían aplaudido dos veces seguidas en mi vida” escribió en su cuenta de twitter.
Pero lo que no interpretó debidamente el alcalde era que los aplausos no correspondían a una felicitación si no a una respuesta de alivio.

“Las dos veces que aplaudimos fue porque nos sentimos aliviados de que haya acabado su presentación, ya no sentíamos cansados, queríamos que se fuera” comento uno de los asistentes.

HOMUS SUBVERSIVUS

HOMUS SUBVERSIVUS

Por: Carlos Gutiérrez.

Estamos atrapados, condenados o ligados –cualquiera da igual- a un núcleo o componente social que depende de nosotros para su existencia y que a su vez nos somete por su omnipresencia. Las relaciones entre el ser común, corriente y los dispositivos sociales tiende a ser una pugna entre el desear y el deber. Aquel que hoy en día se le nombre “el de a píe”, como si ocultar la estratificación social ayudara a algo se convierte en el afectado principal en el desarrollo de la economía, la crisis y la restauración. 

A ciencia cierta no se sabe que se les pasa por la cabeza a los políticos y dirigentes cuando deciden eliminar de la ecuación al “pobre” al tomar la alternativa de subir o modificar las contribuciones. Es casi graciosa, casi grotesca imaginar la imagen. Una caricatura de un hombre viejo cuyos bolsillos se llenan, a sus espaldas las bolsas con el signo de pesos no se dejan de acumular, sus gafas oscuras ocultan unos ojos brillantes y avaros que apoyados por una sonrisa y una mano en la biblia mienten sin cesar al público ciego y torpe, le dice: “confíen, lo hacemos por el país”.

Este hombre, este homínido que ve como nuevamente sus derechos se convierte en un papel tirado a la basura se ve jalado a la necesidad de evolucionar. El mundo hostil en el que vive, el ambiente, hace que empiece a cambiar sus prácticas cotidianas con las cuales su pensamiento también cambia, madura, y toma el impulso necesario para determinar que desde lo más profundo, debe aprender a vivir bajo las condiciones de agobio que lo molestan. De ahí surge el homus subversivus. 

Este ser anclado en los barrios corrientes de la ciudad de Bogotá vive al margen de la ley de dios. Su omnipresencia y su engrandecimiento hacen que por debajo de cuerda pueda cometer pequeños golpes con los cuales engaña al destino. Las lucha que se establecen entre los poderes pequeños y los grandes, como si fueran dioses y semidioses le permiten maniobrar de tal forma que su vida se convierte en una robinhuneada payasa donde lo único que gana es sentir el señalamiento no de víctima de las circunstancia sino de “chico propenso a los problemas”.

El subir las tarifas, el aumentar los precios, al no tener en cuenta al de la clase baja y media para tomar medidas preventivas y mantener a flote la economía del país, hace que el hombre común se convierta en un subversivo que busca por diferentes medios esquivar las trabas y los problemas que el mismo estado genera queriendo de buena fe arreglar el país. Su virtud para el atajo se presenta en la ocasión precisa, no lo culpe, nadie lo puede hacer, pues, cada uno de nosotros precisamente nos convertimos en el homus subversivus cuando vemos que es necesario. Y al origen de este ser se suma ambiente de trabajo: el crimen blanco, ese que se perpetra no con la intención de buscar el placer, sino con la obligación de estar jalado a él.

sábado, 11 de marzo de 2017

EN EL CORAZÓN DEL CORAZÓN DEL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN

EN EL CORAZÓN DEL CORAZÓN DEL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por: Carlos Gutiérrez.

En un país donde la religión –cristiana obviamente- mantiene hilos muy largos que colaboran en las decisiones que sus gobernantes toman, al parecer la espiritualidad se fue al caño. Si, el país sufriente, doliente, obedece ciegamente, agacha su cabeza ante los Pilatos burocráticos que no hacen nada útil pero si lo más inútil que nos sabe complicar. En este país la martirización no está en ser clavado a una cruz, ni ser azotado por yugos que con la fuerza de los soldados ondula por el viento hasta chocarse con gracia y lujuria en las espaldas del santo. En el país del sagrado corazón la procesión ya no se lleva por dentro sino que se vive por fuera, constante, fluctuante, sin parar, como un rio de lava que no puede ser detenido, como los insultos que vivió esa oveja mientras llegaba al calvario.

Y si, esto es par no engañarse. Ser honesto, humilde y trabajador en este país se convirtió en una enfermedad, pues, hoy en día que la sombra de la corrupción ya nos tiene cobijados a todos, la valentía y el ser correcto se convirtieron en un sueño, una vana ilusión que se esfuma a cada momento. No es solo el gobierno que con sus malos tratos, sus cruces bajo la mesa, su as bajo la manga, su mano derecha que ignora lo que hace la izquierda, son el síntomas de un país corrupto que poco a poco se está consumiendo, no, eso es solo el final. Esa es la parte final, ese es el castigo divino que nos ha sido enviado. El síntoma principal está en lo pequeño, lo imperceptible, lo innombrable por ser multifacético. El síntoma está en la “corrupción de a pie”.

Hay que fijarse en cómo nos indignamos por los casos de grandes dineros desaparecidos, pero no nos indignamos –y esto es casi una repetición- cuando queremos evadir un problema. Claro, necesitamos hacer las cosas rápidas, salir del paso, evitarnos tanto lio. Esa pequeña corrupción también agota a un país consagrado a un dios hecho hombre que de existir tendría su mano en el rostro lamentando habernos creado. Nos dio el libre albedrio para simplemente fregarnos entre nosotros. Ahora, ¿Dónde está la solución a esa corrupción? Está en tu corazón pequeño amigo, pequeño gran héroe. No pido que se unan al bando, pues siempre habrá un mártir que pague, siempre habrá alguien que se sacrifique, tal vez, de ahí que este país sea consagrado a ese amigo imaginario.

En lo profundo de este país, en los profundo de su corazón, en el corazón de su corazón vemos que al honesto se le martiriza desde todos los frentes. No podemos andar sin dejar de ver como las noticias se llena de gente que cobra de más, de papeleos absurdos, de caminatas sin sentido, de cobros que son imposibles pagar, de créditos que endeudan al que no tiene, del pago de seguros que no se pueden utilizar, de golpes que se cometen cuando uno pregunta porque el cobro tan alto, de los mal-parqueados, de los particulares que no ven que están en un lugar destinado para el trasporte público, de los colados porque creen que así le están quitando un poquito de dinero al gobierno y de aquellos que cosquillean, amedrantan y son viles con el transeúnte tranquilo.


En el corazón del corazón del país consagrado al sagrado corazón, al parecer la modalidad está en que si se es honesto y sincero eres ese corazón rojo con una herida en el costado del cual sale una gota de sangre, y estás coronado de espinas con las cuales te hieres y te recriminas por no ser más astuto. Y luego de esto, te van a atacar, te ataca el de la tienda, el que se cola, el que cobra de más, el que te manda hacer la fila, el funcionario que te cobra por su trabajo, te atacan de todo lado, y el látigo es un ataque a la moral, al espíritu; la cruz que llevamos a cuestas nos la cargan con más peso. Bien dice la palabra, no importa cuanto hagas, siempre va a haber alguien que quiera aprovecharse.

sábado, 25 de febrero de 2017

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO 10

EL PERGAMINO DE PAN: INFORME NO-NOTICIOSO
EXPROCURADOR ORDOÑES INCITA A MARCHAS CONTRA LA DESIGUALDAD DE GÉNERO Y LA LIBERTAD DE CULTO.
Por: Carlos Gutiérrez. 25 de febrero de 2017.
Fuente de la imagen: Las2orillas
BOGOTÁ (EL PERGAMINO DE PAN) - El mundo de la política colombiana parece convertirse poco a poco en un mundo al revés. Sorprende las afirmaciones sobre la corrupción en la que esta, se convirtió en una medida para reconocer el estatus y la clase social a la que pertenezca el empresario o político de turno.
“Si no hay un rastro de corrupción, podemos afirmar que esta persona no es influyente en el país, ya muchos han pagado por estar en tan apreciada lista”. Afirmo la empresa consultora.
Pero esto no es lo que sorprende, en aires de agregarse a las postulaciones presidenciales del próximo año, el Ex procurador Ordoñez pidió una marcha contra la corrupción, la desigualdad de género y la libertad de culto, afirmando que ya es hora que esto acabe, solo la ultraderecha tiene derecho a la segregación.

“Es necesario para la corrupción,  pues, entre más gente ingrese a esta forma de cerrar los tratos, más nos quedaremos sin dinero ni torta que repartir, nosotros no admitimos competencia, que los honestos se queden en su lugar y nos dejen a nosotros en paz”. Afirma el ex procurador y posible candidato a la presidencia en el 2018.

domingo, 19 de febrero de 2017

DEL SACERDOCIO O LA ORDEN DE BARBA AZUL

DEL SACERDOCIO O LA ORDEN BARBA AZUL[1]

POR: Carlos Gutiérrez.

Los sacerdotes abandonaron la fe o se sintieron abandonados cuando se dieron cuenta que su fuerza dentro de las decisiones del país dejaron de contar. Hoy en día ellos perdieron el poder frente a los cristianos. Se sentaron en su sillón de terciopelo o de cuero, miraron la cruz mientras que su mente divagaba en un oscuro secreto. Se transmutan, cambian su rostro, y como en la caricatura de Vladdo su falsa santidad se deforma en un grotesco demonio de cuernos muy cortos y la cristiana frase “dejad que los niños vengan a mi” se tergiversa de la peor manera.

Hoy en día, los sacerdotes no parecen esos seres de antaño conocidos por sus feligreses que recorrían el barrio siempre acompañados por las abuelas más devotas de la comunidad tratando de averiguar en que podían ayudar. Ya no son aquellos hombres a los que las iglesias se les llenaban los domingos durante todo el día, que hacían parte del ideario de la ciudad y que importaban en la medida en que la iglesia era un centro de reunión. No, ahora, los sacerdotes parecen más bien los fundadores de una orden que rinde culto a Giles de Rais y que tratan de seguir al pie de la letra la vida de este sanguinario personaje que luego de la quema de su amada amiga Juana de Arco perdió la fe y la razón.

Aquellos hombres de fuerte fe abandonaron la creencia cristiana, la ley y los relatos sobre Jesús y sus buenas obras. La biblia ya no es su cobijo, antes bien, parece más un estorbo que los inquieta y ya no reflexionan sobre cómo hacer de la iglesia una nueva fuente de feligreses humildes. De cabecera ya no tienen la vida y obra de San Juan Bosco quien centró su labor en el cuidado, protección y educación de los niños que menos posibilidades tenían de vivir en este mundo. No, ahora ellos de cabecera tienen el Corydon de André Gide. A él y a sus obras, por afinidad de conceptos reconocieron su error y lo sacaron del indicie de libros prohibidos desde Roma. Lo integraron a su vida, lo abrasaron y lo coronaron como su santo patrono.

Sus iglesias ya no son los espacios de fe, rezo e iluminación divina que todo ser busca después de regresar del trabajo. Allí se pasa con desconfianza, se siente miedo al ver las puertas cerradas e ignorar que es lo que hace el padre mientras que no está en el altar frente a sus devotos asistiendo la misa diaria. Ahora se pueden ver como castillos donde desde el olor del incienso, acostados en la cama con un libro non sancto en su mano imaginan paisajes pastorales donde pueden disfrutar del pecado que saben al que faltan. Imaginan como buenos inmoralistas, que lejos de los niños su enfermedad se agrava y solo encuentran salud, bienestar y refugio en esos cuerpos pequeños y débiles. Sus cuerpos paganos aceptan desde ahí al infante quien les dará la cura placentera.

Estos creadores de la orden de Barba Azul hasta ahora solo cometen el crimen de violentar el cuerpo en vida del infante, pero, esperemos que no deseen ir más allá y emular por completo a su patrono. Esperemos que no pasen de la violación a la desaparición, que cuando sea tardíamente descubierta se destape una cloaca en la cual las sotanas lascivas de estos hombres para curar su mal mantengan los cuerpos inertes de niños inocentes que solo tuvieron la culpa de existir y pasar cuando el alma hambrienta del sacerdocio cumpliendo lo que hacía su patrono Giles de Rais los asesine para evitar ser descubiertos en el crimen.

¿Qué si la iglesia católica debe pagar por las victimas de sus pastores? –Pregunta l revista Semana en uno de sus artículos- Las ovejas ya no están tranquilas porque su protector es su verdugo. La victima queda moral y físicamente quebrada. Es claro que la iglesia debe hacerse responsable no solo pidiendo perdón, pues, ¿Qué daño estaba haciendo el infante? ¿El sacerdote por cometer un acto que parece meramente individual, al ser el representante de una institución no está también implicando a la institución? Así como la corrupción de un político hace que la política deba pagar por su falta, la iglesia debe pagar por las faltas de sus malvados pastores.



[1] Artículo escrito el 19 de febrero de 2017.