domingo, 6 de enero de 2019

¿CÓMO PUEDE OCURRIR QUE EL CERDO VEA EL CIELO?


¿CÓMO PUEDE OCURRIR QUE EL CERDO VEA EL CIELO?[1]
Por: Carlos J. Gutiérrez.

Los animales siempre han sido la mejor forma de representar nuestras virtudes, contrariedades y defectos. Son seres que en sí mismos parecen explicar mejor nuestra naturaleza al momento de hablar, hacer o pensar las cosas, son elementos poéticos que juzgan indirectamente la realidad en la que vivimos y que por tal motivo siempre han de ser usados. Para todas las cosas nos tildamos de animales, nos volvemos fieras, mansas palomas o perros fieles que simplemente sirven para mirarnos al espejo, no porque nos bajemos al estatus de esos seres sino porque los subimos a la cotidianidad en la que existimos. De todos, el que es más famoso para nosotros hoy en día es el cerdo y no porque los más viejos nos acordemos del puerquito valiente o los más jóvenes de Peppa pig, sino porque –como dijo hace poco matador- desde un meme o una caricatura hasta la expresión cultural de un pueblo que ama los carnavales, el cerdo se convirtió en el símbolo de nuestros males sociales.

Y al parecer nuestra realidad no está lejos de la universalidad humana que nos hace ser parte de este pobre mundo. Cuando nos acercamos a las diferentes mitologías nos damos cuenta que el cerdo simplemente es un ser que se desprecia, un ser que se mantiene al margen pero que nosotros en nuestra lamentable ignorancia lo convertimos en alguien a quien seguir, como si fuera el rector o sumo sacerdote de una misa negra en la cual somos auditorio y sacrifio para algún supremo escondido entre los matorrales. La verdad es que tal vez no existe peor animal que este; el cerdo, para los judíos, es un ser depravado cuya voracidad hace que se trague hasta a sus propias crías, así como un designado líder decide afectar a sus seguidores a partir de leyes o reformas que los afecta al punto de desaparecerlos ¿Hay algo más depravado que eso? Tal vez si, porque tal vez se pueda tomar como se toma para los hindús, un artefacto que sirve para limpiar la basura, así como el fiscal, el senado, el exprocurador y algunos otros han podido utilizarlo para quedar como santos inmaculados a los cuales solo hay que agradecer.

Pero tal vez seamos exagerados, tal vez nos extralimitemos con las formas en las cuales juzgamos a quien los pastusos hace poco le hicieron carrosas, tal vez solo deberíamos de tomarlo como los chinos toman a los cerdos, como alguien tonto, alguien que incapaz de ser coherente comete tantos errores que deja al mismo tiempo limpio a su progenitor político. Alguien tonto que es capaz de mandar saludes a los excolonizadores o decir erróneamente que unos, que en varias ocasiones se mantuvieron al margen y neutro frente a la campaña independista, fueron grandes colaboradores y la realidad es que, según Finol en su texto “Lecciones de historia al presidente Duque”, incluso en algún momento le prestaron ayuda a los realistas para vencer a los independentistas. Tal vez sea un tonto porque en vez de comportarse como un hombre de poder se comporta como un subordinado lleno de miedo.

En sí mismo, el cerdo es una imposibilidad para llegar al poder, es un ser al cual, según el refrán ruso, no se le puede dejar al país (tu propio negocio, tu tierra) porque está interesado directamente en el. Y no lo está para ayudarte, para apoyarte, para hacerte crecer; está interesado para poseerla, para quitártela, para ayudar a otros a pasar bajo el radar y no poder ser juzgados de una forma correcta. Lo anterior implica que al ser una imposibilidad y ser consciente de esto es necesario que deba disfrazarse, igual que un murraham o cerdo como le decían los árabes o los cristianos a los judíos que se convertían al cristianismo falsamente porque en la consciencia permanecían fieles a su fe judía. Y eso es lo que sucede en campaña, el cerdo era un disfraz con el cual convencía a las masas mientras escondía sus intenciones para poder ser elegido, aceptado y empoderado. Detrás de eso hay algo depravado, detrás de eso se esconde alguien ruin. Alguien que conoce muy bien el refrán que dice que si un cerdo tuviera alas podría volar, mas no implica que lo vaya a hacer.

¿Cómo puede ocurrir que el cerdo vea el cielo? Es una imposibilidad que un hombre simple, pequeño, sin aspiraciones mayores llegue a un cargo al cual solo los grandes, imponentes, ególatras (porque si, los malos también llegan a ese cargo) o narcisistas aspiran. Es una imposibilidad que un desconocido con un pensamiento tan ruin se corone y le pongan la cinta de regente. Por desgracia, esa imposibilidad del refrán ruso se volvió una realidad para nosotros no solo porque vio el cielo sino porque lo alcanzó. Se volvió una realidad porque tal vez es el artefacto con el cual limpia la basura su progenitor, porque tal vez gustamos de creer a todo aquel que es un murraham, porque tal vez, y solo tal vez, también somos igual de ruines.



[1] Refrán ruso.

1 comentario:

  1. De las mejores columnas que he leído. Está llena de referencias increíbles que logran describir de manera perfectas nuestra realidad como país. Felicitaciones !!’nn

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