martes, 3 de julio de 2018

EL ANÓMALO BICÉFALO II


EL ANÓMALO BICÉFALO II

Por: Carlos J. Gutiérrez.

En 1796 un poeta alemán desde su estudio se miró al espejo, se levantó, se movió de un lado para otro sin dejar de mirarse en el espejo, sonrió de manera alegre y sus ojos se pusieron brillantes. Pero, al ver esa felicidad en el espejo, pasó a horrorizarse, pues no veía la felicidad que pensaba, veía unos ojos brillantes, de cejas bajas y su sonrisa presento un aspecto malévolo, no de picardía sino de placer malvado. En silencio, se alejó de su espejo, se sentó en su escritorio y escribió una única palabra: “Doppeltganger”. Esta tiene como significado “el que camina al lado” y surge como la idea del gemelo malvado que todos tenemos pero que siempre negamos. Hoy en día el mundo está lleno de esos dobles. Los líderes, débiles como se sabe, han empezado a dejar ver ese gemelo malvado que nos asusta, y que en el caso del recién elegido tiene un aspecto físico que está lejos de ser un mito.

Nos encontramos cerca del inicio del funcionamiento de un anómalo bicéfalo en el cual, vemos como accidentalmente llego a un poder que no conoce y en cual, buscará a su doble para encontrar ayuda o consejo, pues este es un ser con poderes, un ser que designa incluso a la persona en la cual quiere encarnar su desdoblamiento. Esto nos deja una enorme duda que nos asoma al abismo de la incertidumbre ¿Realmente quedó elegido un ser físico, independiente y libre que decida o se escogió a un ser inactivo que solo crece cuando su doble toma posesión de él? Hay, el Doppeltganger del elegido, una fuerza que opaca a la real, porque esta se sabe débil, pasiva, empujada a lo ilusorio al punto de hacernos creer que parece más un fantasma la fuerza del elegido que la del mismo doble.

Así, el comportamiento del elegido no es más que el mismo que satirizó hace 15 años Darío Fo en el Anómalo Bicéfalo. Una figura grotesca de dos caras, la del pasado y la del presente, nada más, porque al parecer el futuro es inexistente o por lo menos incierto. El próximo gobierno es eso, una anomalía de dos formas de pensamientos que no parecen pelear sino que basan su relación en una forma parasitaria. Además, al ser bicéfalo, no quiere decir que ambos tomen una decisión en conjunto, no, lo que sucede es que, como en toda relación, hay alguien dominante y alguien recesivo.

¿Cómo quedamos nosotros cuando debemos esperar que el castillo no se derrumbe? El momento de decidir lo quemamos; y en un mundo donde todos los actos son simplemente relaciones de causa y consecuencia, debemos saber, que de derrumbarse el castillo, no solo este anómalo bicéfalo es el culpable. Decía Strindberg que el que ve a su doble es que va a morir. Y hay que tener cuidado con esta afirmación, no sea que en la posesión del ungido, el mismo se dé cuenta que al momento de ponerse la cinta presidencial mire a su doble y sepa que camina hacia su muerte y por ende, todos debemos tener cuidado porque al final, parece que el que camina al lado no es el doble sino la figura real.